Fuente: Vanguardia
Sea portavoz de nuestro clamor de producir alimentos de buena calidad y de impedir que el gobierno otorgue concesiones mineras que contaminarán los ríos y tierras agrícolas. ¡Necesitamos un respiro, ayúdenos!, pidieron integrantes de la Red en Defensa del Maíz, Asamblea Nacional de Afectados Ambientales a Olivier de Schutter, relator especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación.
Reunidos en las instalaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, integrantes de las agrupaciones mencionadas hablaron de cómo se les ha restado el acceso al agua y se les criminaliza por sembrar en laderas de montañas, bosques y selva, de la muerte de ríos a causa de los desechos industriales y de los asentamientos urbanos. Refirieron la creciente dependencia alimentaria y el control de la producción y comercio de alimentos por trasnacionales tras la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. En Oaxaca, dijo Carmelina Santiago, se presiona a los campesinos para que paguen el agua que consumen mientras otorgan concesiones a mineras que contaminarán aguas superficiales y subterráneas. En 63 comunidades de 12 municipios de la montaña de Guerrero, expuso Juan Quintana, de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias, están en riesgo de perder 80 por ciento de su territorio tras la aprobación de explotaciones mineras. Eso implicará que la gente deje de producir sus alimentos y mueran por desnutrición; 40 por ciento de las mujeres están anémicas, lo que no atiende Oportunidades.
Graciela González Torres, de la Asamblea de Afectados Ambientales, presentó el caso de lacontaminación del río Santiago, en Jalisco. Hace 20 años sus aguas regaban hortalizas y cultivos de maíz, ahora recibe 10 mil 500 litros de heces fecales y torrentes de tóxicos de mil 100 industrias y 360 empresas porcícolas; el cauce fue convertido en una cloaca. Sin embargo, la Comisión Nacional del Agua y autoridades ambientales decretaron que «es apto para la vida acuática».
Silvia Ribeiro, de la Red en Defensa del Maíz, apuntó que con la aprobación de las siembras experimentales de maíz transgénico se ponen en riesgo 10 mil años de historia del maíz. «Se impactará el reservorio genético del grano».
De Shutter precisó que está en México a petición del gobierno, se arriesga a estar bajo presión y a que se creen expectativas. A los participantes les sugirió que utilicen como una palanca para el cambio la aprobación del Congreso de la Unión del derecho a la alimentación. Es un punto de partida que se puede convertir en una estrategia. Respecto del rechazo de la siembra de maíz transgénico dijo que hay que prepararse para afrontar los riesgos en la biodiversidad por el cambio climático. Y preguntó: «¿Se puede hacer de otra manera?».
Sea portavoz de nuestro clamor de producir alimentos de buena calidad y de impedir que el gobierno otorgue concesiones mineras que contaminarán los ríos y tierras agrícolas. ¡Necesitamos un respiro, ayúdenos!, pidieron integrantes de la Red en Defensa del Maíz, Asamblea Nacional de Afectados Ambientales a Olivier de Schutter, relator especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación.
Reunidos en las instalaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, integrantes de las agrupaciones mencionadas hablaron de cómo se les ha restado el acceso al agua y se les criminaliza por sembrar en laderas de montañas, bosques y selva, de la muerte de ríos a causa de los desechos industriales y de los asentamientos urbanos. Refirieron la creciente dependencia alimentaria y el control de la producción y comercio de alimentos por trasnacionales tras la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. En Oaxaca, dijo Carmelina Santiago, se presiona a los campesinos para que paguen el agua que consumen mientras otorgan concesiones a mineras que contaminarán aguas superficiales y subterráneas. En 63 comunidades de 12 municipios de la montaña de Guerrero, expuso Juan Quintana, de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias, están en riesgo de perder 80 por ciento de su territorio tras la aprobación de explotaciones mineras. Eso implicará que la gente deje de producir sus alimentos y mueran por desnutrición; 40 por ciento de las mujeres están anémicas, lo que no atiende Oportunidades.
Graciela González Torres, de la Asamblea de Afectados Ambientales, presentó el caso de la contaminación del río Santiago, en Jalisco. Hace 20 años sus aguas regaban hortalizas y cultivos de maíz, ahora recibe 10 mil 500 litros de heces fecales y torrentes de tóxicos de mil 100 industrias y 360 empresas porcícolas; el cauce fue convertido en una cloaca. Sin embargo, la Comisión Nacional del Agua y autoridades ambientales decretaron que «es apto para la vida acuática».
Silvia Ribeiro, de la Red en Defensa del Maíz, apuntó que con la aprobación de las siembras experimentales de maíz transgénico se ponen en riesgo 10 mil años de historia del maíz. «Se impactará el reservorio genético del grano».
De Shutter precisó que está en México a petición del gobierno, se arriesga a estar bajo presión y a que se creen expectativas. A los participantes les sugirió que utilicen como una palanca para el cambio la aprobación del Congreso de la Unión del derecho a la alimentación. Es un punto de partida que se puede convertir en una estrategia. Respecto del rechazo de la siembra de maíz transgénico dijo que hay que prepararse para afrontar los riesgos en la biodiversidad por el cambio climático. Y preguntó: «¿Se puede hacer de otra manera?».