Fuente: Ciudadanía Express
Ante la afectación de miles de hectáreas de maíz, producto de las heladas que se presentaron en Sinaloa, Chihuahua y demás estados del norte del país, Omar Esparza Zárate, integrante del Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ), hizo un llamado a los campesinos mixtecos para que exijan al gobierno a no permitir la entrada de granos transgénicos que sólo benefician a las grandes transnacionales.
Indicó que es necesario que ahora si los campesinos inicien con la construcción de un actor político, que sea capaz de transformar las políticas en materia agroalimentarias, con el fin de garantizar la producción de los granos criollos de maíz, su fortalecimiento en los mercados y sobre todo se asegure la soberanía alimentaria en las comunidades mixtecas, para evitar la entrada del maíz transgénico.
Expresó que esta situación que atraviesa el país por la afectación de miles de hectáreas del grano básico, es producto de la mala política agroalimentaria que se viene dando desde los gobiernos de 1994 a la fecha, que sólo han dejado como resultado el libre comercio a las grandes trasnacionales de Estados Unidos y Canadá, sin ningún beneficio para los productores mexicanos. Dijo que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), sigue siendo un instrumento de poder para despojar a los pueblos de su autonomía y soberanía alimentaria, “donde además no se ve que el congreso federal y los locales, realicen leyes para favorecer a los campesinos, si no sólo a favor de las trasnacionales”.
Esparza Zárate, manifestó que ante esto el MAIZ, forma parte también del Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas (CONOC), donde se lanzó la campaña de “sin maíz no hay país”, donde a través de este movimiento se realizarán manifestaciones y movilizaciones en caso de ser necesario, si las trasnacionales pretenden ingresar granos transgénicos a México, situación que sólo pretende afectar a los pueblos indígenas de la Mixteca y del resto del territorio, ya que la política del gobierno federal está a intereses de las grandes trasnacionales que obligan a los países a modificar sus leyes para garantizar su permanencia, puntualizó.