Bosques de México «modelo para el mundo»

Fuente: Agroinformacion

Una comunidad indígena al Norte de méxico ha conseguido casi un milagro: proteger el bosque y combatir el cambio climático. La comunidad de Ixtlán de Juárez, en Oaxaca, es una de las dueñas de extensiones de bosque. El número de comunidades que son propietarias de selvas y bosques sitúa en una posición única a México, que podría ser un modelo para el mundo, según un informe.

«El 70% de bosques y selvas en México son propiedad de comunidades existen unas 700.000 hectáreas dirigidas por las propias comunidades con estándares internacionales», dijo Iván Zúñiga, del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS).

 La idea principal del estudio «y un mensaje aplicable a todos los bosques del planeta, es que podemos al mismo tiempo capturar más carbono, conservar los ecosistemas y generar desarrollo local». Comunidades propietarias En México ha habido un proceso de reforma agraria en el que se fue reconociendo los derechos de las comunidades indígenas a su territorio y además se otorgó tierra a otras comunidades, señala Zúñiga.

A pesar de reconocer la propiedad comunitaria, el Estado había concedido licencias de explotación forestal a compañías paraestatales y privadas. Cuando expiraron las licencias hace cerca de tres décadas, las organizaciones comunitarias asumieron el manejo del bosque.

 Gracias a la capacitación, ofrecida tanto por ONGs como por el gobierno, muchas comunidades están a cargo de lo que Zúñiga califica de «algunos de los bosques mejor manejados del planeta». Sesenta comunidades, incluyendo Ixtlán, han logrado la certificación que otorga el Forest Stewardship Council, con sede en Alemania, una de las principales organizaciones en el mundo de certificación de madera producida en forma sostenible.

 Ventaja internacional

Las comunidades cuidan del bosque extrayendo los árboles enfermos, evitando el ingreso de taladores ilegales, limpiando el campo para ayudar a la propagación natural de semillas. El estudio asegura que el manejo forestal comunitario da una ventaja a México en uno de los temas centrales de Cancún, el mecanismo de financiación conocido como REDD, o reducción de emisiones por deforestación y degradación. REDD permite que las naciones industrializadas obtengan créditos en reducción de emisiones de carbono, a cambio de invertir en proyectos de conservación de bosques en países en desarrollo. Una de las grandes dificultades de REDD es asegurar que los fondos lleguen a las comunidades que cuidan el bosque, algo que sería fácil de garantizar en México, con su modelo avanzado de desarrollo comunitario.

«México está en una posición inigualable para ingresar a todos estos mecanismos de financiamiento», afirma Zúñiga, agregando que su país ya es el que cuenta con más hectáreas certificadas del planeta.

Proteger al bosque es una gran inversión. En las palabras de Zúñiga, «las propias comunidades ya se han dado cuenta de que vale más un bosque bien conservado que un bosque degradado».

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